A los gobernadores no les cayó bien la foto de Alberto Fernández con Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta tras la reunión en Olivos por el coronavirus.
Además, los mandatarios provinciales se quejan porque sienten que no los tuvieron en cuenta y tomaron medidas sin consultarlos, siendo que muchas los afectan directamente.
Si bien Alberto Fernández aclaró que sólo convocó al gobernador bonaerense y al jefe de gobierno porteño porque están concentrados en atender la situación del área metropolitana, que es donde se concentra el 70% de los contagios, la explicación no convenció a los gobernadores, que se enteraron por televisión de las decisiones.
El cierre de fronteras, sin embargo, afecta más a las provincias de Misiones, Formosa, etc., que a Buenos Aires. Sin embargo, no fueron consultados. Lo que pretendían era al menos una mesa de articulación con todos los distritos de manera de evitar otra vez, lo que consideran un "centralismo" de las decisiones del presidente.
Ello, más allá del reclamo de que no les giran dinero para enfrentar la emergencia del coronavirus, que se suma a la de dengue para la que también habían reclamado fondos sin éxito.
Los gobernadores dicen que no tienen recursos para el equipamiento necesario para enfrentar el coronavirus, ni para realizar los test y nadie sabe el destino de los 1.700 millones de pesos que anunció el Gobierno nacional la semana pasada.
También preocupan las contradicciones que han surgido como las críticas de Nicolás Trotta a Gerardo Morales por suspender las clases, medida que él mismo terminó tomando 48 horas después. 
Y todo ello, más allá de las consecuencias económicas que dejará esta pandemia. ¿Los ayudarán desde la Rosada a enfrentarlas?