TOMATEROS NO VENDEN LA FRUTA, Y EL GOBIERNO MIRA AL COSTADO

LOCALES 02 de septiembre de 2020 Por DE N/REDACCION
El dramático testimonio de una productora de la colonia El Paraíso, reafirma el desconcierto del Gobierno provincial, y ratifica el manoseo y la insensibilidad de los funcionarios con la actividad primaria que reúne a las familias más empobrecidas y limitadas del territorio. Los tomates se cosechan, pero el compromiso de compra no se cumple, mientras la fruta comienza su rápido proceso de descomposición.
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Una tomatera describió con crudeza y angustia el drama que está viviendo con su familia, porque todos los esfuerzos que está encarando para que el Gobierno provincial le compre su pequeña producción chocan con el desinterés y la insensibilidad que demuestran quienes prometieron hace pocas semanas adquirir los tomates como parte de un acuerdo formalizado en las propias chacras.
La mujer se comunicó con Luis Galeano, presidente de la Asociación de Pequeños Productores de Palma Sola, El Paraíso y San Juan y, en medio de un lenguaje atravesado por la desesperación, frustración y enojo le expuso lo que está viviendo.
“Llamo y llamo para que vengan a buscar las 7 cajas de tomates, para pagar mi cuentita; llamo y llamo, y no atiende nadie, no vaya a ser que después vengan enojados a querer cobrarnos más”, dijo la trabajadora del campo, al contextualizar parte del acuerdo firmado a principios de agosto entre el Ministerio de la Producción, el Programa Nutrir y los productores del sector tomatero de la zona de Laguna Naineck. Mediante ese vínculo, los productores debían devolver la asistencia oficial mediante tomates, los que serían utilizados para integrar los bolsones que distribuye el Gobierno provincial a los sectores más vulnerables del territorio.
“Como no vinieron preparé unos 10/12 cajones para ir a vender a Clorinda, sino se echa a perder; recién estamos sacando la fruta, pero no pasa nada con la venta, ellos prometieron que si no se vendía iban a comprar para el Plan Nutrir. Llamo, y llamo a la ingeniera y me dice que va a venir, pero nunca viene”, asegura en el diálogo con Galeano.
“Acá estamos muy mal, desesperados, ya no tenemos a quien recurrir para resolver esto, queremos que vengan, aunque sea para cubrir nuestra cuenta”, confesó.
“No quiero que se eche a perder todo, con tanto sacrificio lo hicimos, en medio de toda esta sequía. Con tal de vender le ofrecemos un precio baratito; no vamos a recuperar los gastos, pero las cosas ya están, ya está”, dijo, con el tono entrecortado.

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