CON PACIENTES INVOLUCRADOS, ADVIERTEN OSCUROS NEGOCIADOS EN EL CENTRAL 

LOCALES 14 de septiembre de 2020 Por DE N/REDACCIÓN
Hace varias semanas los rumores no paran, como tampoco dejan de crecer los testimonios de médicos, enfermeros y pacientes, dando cuenta de específicas actividades comerciales que estarían involucrando a la cúpula directiva del establecimiento, con el apoyo involuntario de, en determinados casos, quienes asisten al lugar en busca de ayuda médica a dolencias, principalmente relacionadas con el área de traumatología.
PIZARRA DEL CENTRAL
Esta es la pizarra del Central; no muestra pedidos de elementos para los pacientes que ingresan al área.

“Sacaron a Decima y quedaron sus pichones en el Central”, ironizó una enfermera, bien entrada en años, mientras balbucea dos identidades, pretendiendo adjudicar responsabilidades: Romero Bruno y Mariño Avalos.
“Acá creció un gran negocio con las ortopedias; por un lado, surge un empresario de apellido Rosito, pariente de un altísimo funcionario del Ministerio de la Comunidad, al que muchos conocemos como dueño de una firma comercial dedicada a la provisión de instrumental médico y odontológico, prótesis, muletas, plantillas y afines; está en un edificio ubicado sobre la Napoleón Uriburu”, detalló”.
La mujer no lo precisó por el temor lógico en este tipo de ambientes; no fue necesario, bastó con su aporte informativo para contactar a un médico quien no tuvo reparos en describir como se genera el negociado. “Están haciendo comprar a los pacientes el material para operarse en traumatología”, advirtió, tras lo cual, como la enfermera, y otros tantos trabajadores del Central sacó a relucir su conocimiento sobre el circuito económico que arranca con un paciente que necesita una prótesis, por ejemplo, y en lugar de gestionar la provisión siguiendo los canales institucionales, hacen recaer la responsabilidad financiera en el enfermo.
“Imagínese, viene un accidentado con la pierna rota, después de un accidente con su moto; espera que el Estado le provea lo necesario para su recuperación, pero no es así; le dan vueltas sobre la imposibilidad o extraordinaria demora en conseguir el dispositivo, mientras le sugieren comprarlo; ahí es donde aparece el comercio amigo, que forma parte de un circuito bien aceitado con actores ligeros y ávidos”, describió.
“Antonio Villalba ingresó con fractura de fémur, sin obra social, está desde la semana pasada, nadie le daba bolilla. Fíjate el pizarrón de Traumatología, no hay ningún material o pedido; no los mandan a pedir, no es que no exista demanda, le hacen comprar a los pacientes, ese es el negocio; envían a los parientes de los internados a comprar en el proveedor de ellos”, redondeó.
“Le diría a esta gente, que no sólo se trata de médicos, sino de directivos, altos directivos del hospital, que se dediquen a trabajar; menos negociados, el formoseño necesita mejor atención en el Central”, reflexionò.

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