El obispo Conejero también le puso el brazo a la vacuna contra el coronavirus
El religioso es natural de Plasencia, Cáceres, España, donde nació el 5 de abril de 1951 y adquirió el derecho de vacunarse porque integra el lote de quienes nacieron en ese año que, junto con los de las dos clases siguientes recibieron la dosis en las últimas horas.
El obispo mantiene una actitud cambiante con el Gobierno provincial, ya que interactúa a favor algunas veces, y confrontante también. Respecto de la política sanitaria local se mostró más cercano, y hasta tuvo actitudes de rechazo hacia un grupo de feligreses que salieron públicamente a rechazar la actuación policial en el oeste contra los aborígenes, a quienes intentaron defender de un trato agresivo de parte de los uniformados.
A Conejero se lo vio excedido de peso, pero predispuesto a ponerle el brazo a la enfermera que lo asistió, temeroso tal vez de los efectos del bichito, consciente que el de arriba todo lo ve y obra en consecuencia.