GILDO, EL SEÑOR DE LAS VACUNAS


Hoy el peronismo aldeano deposita todos los reconocimientos por las vacunas en su líder, a diferencia de otras épocas, cuando era instalado detrás del Gobierno nacional.
La capacidad para reencarnarse y el arrojo para intentar mentir, siguen siendo propiedad del partido del gobierno. Hay toda una tropa de intendentes, concejales y los funcionarios de siempre, empujando el ideario de la capacidad de estadista de Insfran para que los formoseños tengan acceso a las vacunas.
El viernes, la Provincia recibió 4200 dosis de la rusa Sputnik, y en las próximas horas llegarán otras 12.600. Gildo no tuvo nada que ver. Se trata de un esquema diseñado por la estructura sanitaria del Gobierno nacional, que incluye a todas las jurisdicciones, a partir de la escala poblacional, basicamente.
Como con la obra pública, acá también el discurso oficial sigue encarnado en la capacidad política del gobernador, al que le atribuyen capacidades extraordinarias, cuando en realidad el funcionario sólo la ve pasar; sólo se trata de un administrador, no de un gestor de recursos, apoyado en un quirúrgico guion, destinado a una población con escasa capacidad crítica. De ahí el rechazo oficial al que no depende de sus dadivas, como ocurre hoy con el sector comercial y privado.
Mirando la agenda electoral, el peronismo se apoyó definitivamente en su plan sanitario, y usa todos los recursos a su alcance. Y la verdadera capacidad del Uno reside en su personalidad para meter miedo a través de distintos métodos que los formoseños conocen bien, y no en las cualidades elementales que caracterizan a un verdadero líder, al que siguen voluntariamente, por sus atributos personales.