La creación de la Universidad Provincial revela la impotencia del poder político para controlar a la UNaF



La embestida contra el rector Augusto Parmetler, buscando removerlo del control de la Universidad Nacional de Formosa seguramente no llegó a su fin, pero, sin dudas, ante el renovado fracaso de los operadores, el gobernador Insfran se vio obligado a buscar otros métodos para manejar el pensamiento de los jóvenes que aspiran a estudios superiores, y todo los bienes que rodea a una estructura de esas características, incluido un gigantesco presupuesto.
Gildo viene chocando con su objetivo de vestir a su medida a la UNaF; jamas analizó la posibilidad de negociar el control político del establecimiento, pese a las frecuentes muestras de alineación partidaria de su jefe administrativo, el también peronista Augusto Parmetler.
Los reveses judiciales, la compra de voluntades entre decenas de docentes, y las prebendas desparramadas entre el alumnos, aparecen hoy, reunidos en distintas filas, y sintetizan el fracaso de la estrategia del viejo caudillo para penetrar a la Universidad Nacional de Formosa.
“Ese indignante ideario de se está o no se está no se puede aplicar en la UNaF; acá debe primar, y de hecho es lo que viene ocurriendo, la libertad de pensamiento”, coincidieron varios docentes tras conocerse la decisión de crear una universidad provincial, seguros de que el propósito político nada tiene que ver con la cuestión formativa. En esa misma línea, advirtieron que “el lavado de conciencia en la máxima expresión lo hacen en todos los niveles de la educación pública; ero como faltaba un eslabón en la universidad, echó manos a la billetera y sencillamente creó una para moldearla a su completo antojo doctrinario”, ampliaron.
En los próximos día, saldrá el organizado ejército de adulones a justificar la decisión, reafirmando la presencia de un gobernante, al que cada vez acerca más a un representante de Dios en la Tierra; meras proclamas, que en el fondo esconden la triste realidad educativa de una provincia, donde esta materia tiene un solo propósito: alejar a sus ciudadanos de la formación, del pensamiento propio, de la capacidad crítica, así es menos complicado conservar el poder.