En las últimas horas, el rector Augusto Parmetler dejo ver que analiza la posibilidad de enviar un informe a la Secretaria de Políticas Universitarias (SPU), para advertir que los números que elevó al Congreso de la Nación revela una indignante insuficiencia financiera para el funcionamiento de la UNaF.
Mientras se estableció para el funcionamiento de las universidades nacionales un monto que asciende a $ 889.000.000.000, para la UNaF el número es de $ 4.560.383.751.00.
Ya el 23 de junio se elevó a la SPU el anteproyecto para el ejercicio 2023, en el cual se contemplan los incisos necesarios para el normal funcionamiento de una casa de estudios, como el pago de sueldos, gastos de funcionamiento y ejecución de obras.
El rector Parmetler expresó que «los recursos son necesarios y el estado nacional debe garantizar la prestación del servicio en la educación superior, mediante lo provisión de todos los recursos necesarios, entre los que se cuentan como esenciales las transferencias íntegras en conceptos de gastos en personal y funcionamiento».
«Para ello es necesario contar con la asignación correspondiente y la suma de $ 5.551.736.715 es la que debe fijarse para nuestra institución el año entrante. Un monto inferior nos imposibilitaría la prestación del servicio educativo ya que la propuesta de presupuesto enviada por la SPU al congreso de la Nación resulta totalmente insuficiente, incluso hasta para abonar los sueldos del año 2023, teniendo en cuenta los haberes proyectados a diciembre de este año con sus respectivos incrementos», aseveró.
Para Parmetler, «de todo lo expuesto es muy necesario exponer la insuficiencia en la asignación de créditos para el ejercicio 2023 y en este sentido estaríamos en una falta de casi 1000 millones de pesos es decir y para ser exactos $ 991.352.964,92 pesos faltantes.
El gobernador está decidido a echar a Parmetler, pero parece no darse cuenta que su atropello incluirá un verdadero tsunami contra el andamiaje universitario, incluyendo a los propios estudiantes.
Todos sus movimientos marchan en esa dirección, y los recursos y las estrategias desplegadas poco o nada tienen que ver con argumentaciones reales. Tiene un plan político y muchos se arrodillan, y hasta hacen fila para someterse a sus órdenes.
La creación de la Universidad Provincial de Laguna Blanca parece formar parte de un inesperado giro ideológico del anciano gobernante, convencido de que un establecimiento armado a su libre antojo proporcionará cerebros basados en su proyecto personalísimo, en el que no caben los que piensan distinto.
Aunque pretende que Formosa y sus vecinos permanezcan anclados a los 72 mil kilómetros cuadrados de su superficie, lo cierto y valedero es que sólo se trata de una provincias más de la Argentina, y que sus habitantes son tan formoseños como argentinos.