PESCAN PEQUEÑOS YACARES CON ANZUELOS Y ESCOPETAS, Y LOS REMATAN A GARROTAZOS


Imágenes registradas con un celular muestran a un pequeño ejemplar de yacaré, de menos de un metro de largo, no más de 5 kilos de peso, y pocas semanas de vida, siendo sacado de las turbias aguas que cruzan bajo el pontón central de la obra situada sobre la ruta provincial 28.
El animal es arrastrado por la fuerza de un niño de 8 años de edad, que con fuerza y oficio jala una línea de pesca. El anzuelo en la punta del sedal atrapó al animal, y luego de ser levantado unos cuatro metros fue rematado con un palo en la cabeza.
“Venimos todos los días, llevamos seis o siete yacarés; vendemos su piel, y comemos su carne”, suscribió el padre de la familia, que vive en las cercanías, y visita el lugar en una destartalada camioneta, su mujer, y sus tres hijos, el mayor de ellos, de 14 años de edad, con la que contribuye a la captura.
"El mismo hombre me reconoció que son muchisimas las personas que vienen a este bello lugar a asesinar a estos animalitos de Dios", aseguró el visitante chileno, muy molesto y sensibilizado por el espectaculo que veía, muy alejado de lo que inicialmente percibió al desviarse de la ruta nacional 81, y tomar la provincial 28 en busca del afamado bañado formoseño.
El alarido del pequeño animal es escalofriante, se resiste, se revuelca sobre sí mismo, pero su final es inminente, no podrá escapar del anzuelo, ni del garrotazo que acaba con todo.
Este bañado supera las 400.000 hectáreas, es el tercero en importancia de Sudamérica después del Pantanal de Brasil y los Esteros del Iberá. Nutrido por los desbordes de la cuenca alta del Pilcomayo, es un oasis húmedo dentro del típico paisaje del Chaco semiárido. Sin embargo, el desinterés oficial está registrado con este tipo de actividades, un verdadero contraste con el guion que baja de la Casa de Gobierno, tratando de imponer el registro de una provincia turística, y sus paisajes naturales protegidos.
Un profesional local consultado, aseguró que la caza de estos animales está completamente prohibida. “Es la triste realidad, pero nadie controla nada; lo ambiental y lo forestal no le interesa al gobierno; acá todo es discursivo”, planteó.
“Viendo esas imágenes me doy cuenta que son ejemplares en desarrollo, y la muerte tan temprana afecta el ecosistema, sobre todo porque no existe un plan de manejo”, justificó.
Max Alfredo Berenfeld
Lic en Ciencias Sociales y Periodismo.
Integró 16 redacciones de medios gráficos de la ciudad de Formosa y de otros puntos de la Argentina, además de otras dos en Asunción, Paraguay.
Fue jefe de Redacción de los ultimos tres diarios en los que se desenvolvió.
Miembro de FOPEA.
Tiene 29 años de ejercicio de periodismo gráfico.
En la faz pública, se desempeñó como jefe de Prensa, del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Formosa, durante 12 años.