El fin de la IA gratuita: las grandes tecnológicas empiezan a cobrar por sus servicios

La era de la inteligencia artificial de acceso libre parece estar llegando a su fin. Las principales empresas de tecnología a nivel mundial están comenzando a implementar estrategias de monetización para sus servicios de IA, marcando un cambio de paradigma para usuarios y empresas.
Google y Samsung marcan el camino hacia la suscripción
Recientemente, Google dio un paso clave al anunciar los límites de uso para su servicio de IA, Gemini, a dos años de su lanzamiento. Para los usuarios gratuitos, el servicio quedará restringido a solo cinco prompts por día. En cambio, quienes paguen una suscripción tendrán un límite mucho mayor: el plan “Pro” permitirá hasta 100 interacciones diarias, mientras que el plan “Ultra” extenderá ese número a 500. Funciones como la generación de imágenes y la investigación profunda también serán limitadas para las cuentas gratuitas, con 100 imágenes y 5 usos diarios respectivamente. Básicamente, el modelo gratuito funciona como una versión de prueba, diseñada para que los usuarios que necesiten un uso más intensivo opten por un modelo de suscripción.
Por su parte, Samsung genera una gran expectativa en el mercado. El período de gratuidad de sus servicios Galaxy AI, previsto hasta fin de año, está llegando a su fin, y en la industria se especula que la compañía podría comenzar a cobrar a partir del próximo año por funciones que requieren un alto poder de cómputo en la nube, como las futuras actualizaciones de su asistente de voz Bixby. Con el objetivo de instalar Galaxy AI en 200 millones de dispositivos este año y en un mercado donde se proyecta que los smartphones con IA representarán el 54% de las ventas para 2028, la política de precios que adopte Samsung será clave para mantener el equilibrio entre la rentabilidad y la lealtad de sus usuarios.
Apple, por ahora, mantiene la gratuidad con matices
En contraste, Apple mantiene su postura de ofrecer “Apple Intelligence” de forma gratuita para quienes posean dispositivos compatibles. Tim Cook, CEO de la compañía, afirmó a fines del año pasado que nunca se discutió cobrar por estas funciones, ya que las consideran una tecnología fundamental del producto, similar a lo que fue el Multi-Touch en su momento.
Sin embargo, el sistema opera bajo un modelo híbrido que combina el procesamiento en el dispositivo (On-Device) con un sistema de nube privada (Private Cloud Compute), lo que exige los chipsets más nuevos de iPhone, iPad y Mac. Además, la integración con ChatGPT, si bien permite un acceso gratuito, está diseñada para que los suscriptores de pago puedan aprovechar todas las funciones premium. Por esto, algunos analistas creen que Apple podría eventualmente migrar a un modelo escalonado: funciones básicas gratuitas y opciones avanzadas de pago.
Los costos operativos y el nuevo desafío del derecho de autor
El principal motor detrás de esta tendencia a la monetización son los enormes costos asociados al desarrollo y mantenimiento de la IA. Entrenar y operar modelos de lenguaje a gran escala (LLM) requiere una infraestructura masiva de GPUs de alto rendimiento, centros de datos, y un consumo desorbitado de energía y refrigeración. A medida que aumenta el número de usuarios, la carga financiera para las empresas crece de manera exponencial, haciendo insostenible un modelo gratuito a largo plazo.
A estos costos se ha sumado un nuevo y millonario desafío: los derechos de autor. Las empresas de IA han enfrentado una ola de disputas legales por el uso de artículos de prensa, libros y contenido web para entrenar sus modelos. Un caso paradigmático es el de Anthropic, la startup estadounidense que fue demandada en una acción colectiva por el uso no autorizado de libros para entrenar a su modelo Claude. La empresa llegó a un acuerdo por una cifra cercana a los 2 billones de wones (aproximadamente 1.4 mil millones de dólares), comprometiéndose a pagar cerca de 3.000 dólares por cada uno de los 500.000 libros utilizados. Este acuerdo es considerado por muchos como un punto de inflexión que podría cambiar radicalmente la estructura de costos de la industria de la IA.
La estrategia empresarial: personas, soluciones y datos como pilares
En este nuevo contexto, la competitividad de las empresas dependerá de la armonía entre tres ejes fundamentales: las personas, las soluciones tecnológicas y los datos. Este fue el mensaje central de un reciente seminario organizado por la empresa Goodmorning iTek, donde participaron líderes de la industria como Snowflake, Denodo y Veeam Software.
Desde Snowflake destacaron que muchas empresas fallan en la ejecución de sus estrategias porque descuidan alguno de estos tres pilares. “No basta con contratar buen talento; es necesario que tengan un entorno tecnológico adecuado y acceso a los datos necesarios para tomar decisiones. De lo contrario, el negocio se estanca”, explicaron. La plataforma de Snowflake busca resolver este problema unificando datos dispersos en la nube y preparándolos para que puedan ser utilizados directamente por la IA.
Democratizando el acceso y garantizando la seguridad
Por su parte, Denodo presentó su enfoque en la virtualización de datos, una tecnología que permite a los usuarios acceder y utilizar la información sin importar dónde esté almacenada físicamente. Mediante herramientas como el “Denodo Assistant”, que utiliza IA generativa, cualquier empleado puede realizar consultas en lenguaje natural para encontrar los datos que necesita, democratizando así el acceso y reduciendo la dependencia de los equipos técnicos.
Finalmente, Veeam Software abordó la importancia crítica de la protección de datos y la recuperación ante desastres. Con el aumento de los ataques de ransomware, donde los hackers buscan eliminar directamente las copias de seguridad, es fundamental contar con estrategias de respaldo avanzadas. Veeam ofrece soluciones de backup basadas en imágenes que permiten restaurar sistemas completos en cuestión de minutos y utiliza tecnología de almacenamiento inmutable, que impide la eliminación de los datos de respaldo incluso por cuentas con permisos de administrador, garantizando así la continuidad del negocio en un entorno cada vez más hostil.